Reseña “REMOTENESS” – Fauwy6

A trote equino unas palabras cabalgan sobre una melancólica base de guitarra que reflexionan sobre el alma del artista, como si una voz del recuerdo nos dijera que Fauwy6 siempre recorrió este camino para serlo. Así inaugura esta carrera el cantante tabasqueño oriundo de Paraíso.

Remoteness, desde su portada diseñada por Sangre, nos hace antesala del turbulento recorrido que será el álbum, como una estampida de caballos salvajes abrazados por una tormenta; el debut de no sólo un artista, sino también de sus acompañantes que figuran todo un equipo de producción que desea devorarse el mundo.

El tema con una producción de Omnia369 expresa esa naturaleza salvaje del artista que hace caso omiso a la opinión ajena. Ser artista, como lo describe Fauwy6, no es vivir ignorando la crítica de ojos ajenos, sino sabiendo perfectamente el juicio que ciernen otros sobre él y aún así continuar con valentía.

El recorrido por el malecón que narra Fauwy6 está pavimentando, nuevamente, por esas bases de guitarra de Omnia369 dándole profundidad a un tema que podría quedarse en la superficie del “ego trip” pero decide sumergirse en la conciencia del creativo. La voz de Fauwy6 se escucha confiada y relajada, como si sus palabras se volvieran humo exhalado en un paseo por la mañana.

Para el siguiente tema se une a su recorrido Moreno310. La base parece ser una sucesión del primer tema prólogo. Fauwy6 aprovecha el momento para revivir un episodio de melancolía y nostalgia por un amor pasajero, mientras que Moreno310 funge como una voz secundaria que respalda la persecución por los sueños.

Las letras de Moreno me gustan por la honestidad y buena vibra que delatan. Admite lo difícil que es el camino, pero sin tirar la determinación que lo caracteriza como una de las mentes que ha impulsado no únicamente su propia carrera, sino la de muchos otros personajes como nuestro protagonista del álbum y la de otros colaboradores que veremos más adelante.

El cuarto tema del disco concluye las elucubraciones desamorosas del track predecesor. La voz de Fauwy posee un efecto de reverberación con la cual los ecos se funden en los sonidos de viento de la base de jazz. Es un tema para cerrar el dolor de un amor pasado, donde se reconoce que uno tuvo la culpa.

Desde que escuchas el tag “no intentes esto en casa, no te va a salir”, sabes que Hyoga con sus beats te teletransportará a otra dimensión símil al estado onírico. Un arrullo de cuna con una vibra de electrónica dosmilera que fácilmente podría ser integrada en el soundtrack de algún videojuego del Sega Dreamcast.

Fauwy toma el control del flow y rima apasionadamente un discurso sobre el delirio del artista infatuado por la llama fatua que enciende una fogata interior, un calor que mana en la expresión artística y sólo quienes se consideran serlo saben exactamente a qué se refiere.

Hyoga mezcla nuevos beats que se sienten elevarse unos decibeles más para recibir a la maldita droga potente (sic), así se perfila el rapero Kiddie Vago del cual sus barras entran en el torrente sanguíneo y dilatan las pupilas hasta causar los efectos recreativos de agitar la cabeza y son sumamente adictivos. Fauwy hace comparsa comparando los efectos estimulantes con el amor romántico.

Para este sexto tema de álbum Fausto nos revela que él es un poeta, igual que el personaje literario con quien comparte nombre. Fausto/Fauwy es una tragedia de leyenda alemana, un hombre que aún siendo sabio vende el alma al diablo. Fauwy deja seducirse por los placeres y tragedias que conlleva vivir románticamente.

Y esta vida romántica, artística, poética es celebrada en el séptimo tema junto con alguien que vive de igual manera. Lil Cookie es un joven rapero cosechado en el más puro plug.

Cuando escuchamos este tema es como si Fauwy y Cookie enchufaran las luces y nos recuerda que es una fiesta. Siempre selecciona las bases y ritmos más alegres independientemente de la lírica. Con Cookie saltamos todos como si tuviéramos de nuevo dieciséis años.

Chris Beatz agrega a la mezcla una base que consiste esencialmente en una percusión dura que retumba como si fueran los latidos de un corazón. “¿Cuánto llevamos aquí?”, un tag que poco a poco se ha convertido en icónico y que se reconoce acertado a mitad del álbum donde Fauwy mete un pequeño beef que da un punto de giro al disco.

He tenido clavado en la mente el “otro porrito con wax” de AdJack desde el primer momento que lo escuché. ORO hace comparsa en el flow y Fauwy deja que se luzcan sus featurings. Los tres hablan sobre el camino que no tiene retorno. No se puede parar en la búsqueda de tus sueños

Este tema producido también por Hyoga parece ser un momento para correr a la recta final del álbum. Fauwy dedica unas palabras a una conquista en un tono voluptuoso y erótico que saca sonrisas pícaras.

El tema, por alguna razón, me remite a el outro de algún anime, que son alegorías que podrían describir muchas de las producciones de Hyoga y que son rasgos que las hacen tan únicas como identificables.

El título es una écfrasis de la portada del disco. De nuevo la bruma melancólica cubre el paisaje que recorremos, pero sin parar el camino que todo el disco nos ha traído secuestrados Fauwy.

Me ha gustado imaginar que este es el tema principal del álbum, una declaración de intenciones de nuestro artista y protagonista, alguien que admite no detenerse, aunque esto pueda ser una “red flag”, pero lo llena de pasión.

Llegados al penúltimo tema del álbum, la leyenda de Fausto vuelve a hacer presencia y continua la declaración de voluntades. Nos dice cómo su deseo ahora es ser un cantante, aunque tenga que dejar cosas atrás, como la persona que era antes. Si al inicio del álbum había confianza en el inicio del camino, es en este último tramo donde se permite la vulnerabilidad, que le da tridimensionalidad al personaje que compone su ópera prima.

“Todo lo que fui antes hoy ya no es importante”, una sentencia que en las últimas notas da paso a la despedida del disco.

En estos créditos finales, Fauwy se toma el espacio para dedicar unas palabras al deseo. Remoteness es la traducción al inglés de “lejanía”. Como si el ser amado se alejase para siempre, Fauwy dedica palabras al viento para decir adiós, recordando la voluptuosidad de la pasión.

Este cierre, también producido por Hyoga, culmina entre diálogos y conversaciones que se van apagando. Así también me figuro todo el trabajo colaborativo que fue la realización de este material con ayuda de todos los mencionados, desde raperos, productores, diseñadores y demás personajes que seguramente aportaron condimentos e ingredientes en él.