
Escribir no es para dinosaurios
Recuerdo esa noche: venía en la parte delantera del taxi. El chófer venía durmiéndose, así que le dije:
—Jefe, ponga algo de música, no nos vayamos a matar.
Encendió la radio, me señaló y me dijo:
—Muévele, pues.
Era raro que un taxista te diera esa libertad. Supuse que le caía bien. Le moví entre programas evangélicos, música ranchera, reguetón… Nada me parecía interesante.
Hasta que llegué a esa estación: 94.9 FM. Una voz anunció:
—A continuación, La Hora Nacional.
Había escuchado de ese programa, pero sería la primera vez que lo oía en vivo. La introducción comenzó: un pequeño redoble: chinn chinnn cachinnn cachinnn, y de repente, paaw pawww, dos golpes directos a los platillos. Era la primera vez que escuchaba algo así. Ese sonido tan característico de una batería me hizo prestar atención, y, sorprendentemente, al taxista también. Hicimos un gesto de complicidad y dejamos la radio en esa estación.
En ese entonces no había forma de saber qué canción era, pero esa melodía me encantó. La batería sonaba increíble. Cuando dieron el número de cabina, no pude evitar llamar. Me atendió una mujer robótica que solo dijo dos palabras:
—¿Qué mensaje?
Y le respondí:
—¿Me podría decir el nombre de la canción del principio y quién es el baterista?
Amablemente, Fernanda Tapia me contestó minutos después, muy alegre:
—La banda es el cuarteto de Dave Brubeck y el baterista es Joe Morello.
Lo apunté rápido. Llegué a casa y busqué más sobre el baterista. Me encontré con un solo de batería de la misma canción ¡CON LAS MANOS! El tipo tocaba el solo con las manos.
Me encantó. Aún tengo ese vinilo en casa; lo guardo como un tesoro.
Saben… Esa misma electricidad sentí cuando vi a Beto hacer su solo de batería aquella noche. Su mirada siempre parecía ausente; era obvio para todos. Pero eso jamás lo achicó. Llamaba la atención por no ser el típico baterista.
A mitad de su set, se paró para ponerse una cinta luminosa. Sentí que algo estaba por suceder. Era como ver a un joven Joe buscando su lugar en el mundo. Siempre había alguien detrás cuidando que los tambores no se movieran, lo que ya me daba aviso de que había un contexto particular.
Sin duda pensé: ¡HAY ALGO AHÍ!
Esperé a que terminaran. Poco a poco me fui acercando a él y a su familia. Les pregunté si era posible hacerle una entrevista. Me dijeron que sí, pero que entendiera que él tenía “debilidad visual”. Lo cual para nada fue un problema para ninguno de los dos.
Esta es la historia de un baterista extraordinario, para quien todo ruido que lo rodea es música, música que se convierte en sus ojos. Quizá tenga visión disminuida, pero en su alma musical ve en plenitud el alma del universo.

MITCH: Beto. Acabamos de verte tocar de manera espectacular con Limerencia. Sabemos muy poco de la banda, creo que debutaron hace poquito.
BETO: No, realmente no. Debutó en el Hotel Tabasco Inn en un evento que fue de beneficencia.
MITCH: Entonces, ¿Cuánto tiene la banda?
BETO: Tiene como tres años. Bueno… Sí, yo entré hace como… un año.
MITCH: Me interesa mucho la edad de ustedes. Es una nueva camada, una nueva generación de músicos. ¿Cuántos años tiene la banda en promedio?
BETO: En promedio tres. -No, no, no, su edad, la de ustedes- Ah, ok. Bueno, entre 17 y 21.
MITCH: Me interesó mucho tu performance que hiciste en medio del set de canciones.
BETO: Sí, la luz y todo eso, estuvo muy chingón.
MITCH: ¿Te inspiraste con algo? ¿Te inspiraste en algún baterista que hayas visto? ¿O fue algo que te dio ganas de hacer nada más? Porque hasta el mismo cantante nos dijo que no se lo esperaba.
BETO: Sí, Bueno, es que yo tenía unas baquetas que brillan igual. Solo que las perdí. Entonces, escuché que la banda, me parece que es Red Hot Chili Peppers. El baterista igual tiene unos lentes, solamente que el de ellos son rojos. Y brillan más. Entonces, como tengo esta banda de luz que puede cambiar el tono. Bueno, el brillo. Este es el rojo.
MITCH: ¿Cómo fue tu inicio en la batería? ¿Tocas desde niño o es algo reciente?
BETO: Sí, bueno, ya tengo 12 años en esto.
MITCH: 12 años, o sea, ¿tocas desde los…?
BETO: Desde los 8 años.
MITCH: ¿En alguna escuela en particular o algo? ¿O desde casa?
BETO: La primera vez que toqué una batería, fue a los 6 años en la Ciudad de México, en unos cursos de batería. De vacaciones. Y desde ahí, pero se puede decir que formalmente fue aquí en Villahermosa. En una escuela que estaba en la plaza Alta Brisa. En la Plaza Music.
MITCH: ¿Cómo te integras a la banda?
BETO: Porque yo tengo un amigo, ese amigo me pasó el contacto de otro amigo, y entonces ya llegué acá. Y fue que, pues, me dijeron, va, adelante. Les comenté de mi discapacidad visual, que tengo baja visión. Y me dijeron, no, no hay ningún problema, o sea, no te preocupes por eso. y me adapté muy bien.
MITCH: Sí, se nota en el escenario, tienen una química increíble. Le comentaba a mis amigos que, viéndolos tocar a veces definimos entre hacer música de rock y hacer rock. Desde el punto de vista de alguien que te vio tocar, desde alguien que se emocionó con su presentación, esta noche hicieron rock.
Por último, para cercar el tema de la baja visión, ¿Me podrías contar algo de cómo te terminas adaptando a eso? ¿O hay algo que quisieras dar a conocer sobre la condición que tienes? que en definitiva, ¿no te impide tocar una batería de manera increíble?
BETO: Sí, muchas gracias. Bueno, esto es genético, es algo genético, algo de familia. Curiosamente, yo soy el único en mi familia que tiene esta enfermedad que se llama retinosis pigmentaria, que es progresiva. El caso conmigo es que ya no avanza. Ya a mi edad, a los 20 años que tengo yo, ya no ha avanzado. Avanza, sí avanza un poco, pero cuando yo me estreso bastante, cuando me pongo ansioso…
MITCH: ¿Pero regresa la visión después?
BETO: Sí, me mantengo calmado sin problemas.
MITCH: O sea, ¿y no te ha impedido tocar? ¿No se empeora cuando estás tocando entonces?
BETO: No, solamente cuando hago ejercicio.
MITCH: Pero la batería es un ejercicio.
BETO: Ah, bueno, sí, pero no tengo que cargar pesas. Cuando cargo pesas, cuando hago el movimiento hacia arriba, siento tensión en mi cuello, ahí es cuando me afecta. Porque acá, la tensión viene de acá y luego se va por toda la cabeza.
MITCH: Interesante. Entonces la batería es el instrumento perfecto para ti. No tienes que cargar, es algo muy aeróbico. Creo que te permite hacer un gran ejercicio y mantenerte bien.
BETO: Exacto. En el cardio está perfecto, está muy bien. Pero también mentalmente me ayuda a mantenerme más concentrado y poder, de alguna manera, hacer que mi vida sea más rítmica.
MITCH: Hermoso.
BETO: Por ejemplo, escuchar un carro, escuchar, no sé, los pájaros. Escuchar esos sonidos que tal vez para una persona que no toca algún instrumento son sonidos cualquiera. Pero para mí es como que trato de sincronizar eso con lo que ya sé de batería. Y entonces empiezo a hacer luego movimientos con mis manos o hacer sonidos con mi boca. Y así es como luego yo empiezo a… mi mente como que empieza a vincular varias cosas. No sé, es algo muy raro.
MITCH: No, al contrario, es algo impresionante. Creo que se nota, me llamó mucho la atención cuando te vi. Es un tema muy interesante. Agradezco tu tiempo y te dejo con tu familia. Creo que te vinieron a ver. Me da mucho gusto que te estén apoyando y espero toparlos en más toquines.
No sé olviden que está revista fue la primera en entrevistarlo. Beto apunta a las estrellas
Sin duda somos los mejores encontrando historias que merecen ser contadas.
He tenido la oportunidad e verlo tocar en diferentes escenarios y es extraordinario. Felicidades beto
Qué interesante, considero que los bateristas la tienen más difícil de ser reconocidos que un guitarrista. Este último puede tocar solo varias canciones y la gente no se enfada, pero un baterista es más difícil, tienen que luchar más, sobretodo en esa condición. Es un oficio al que no se le hace mucha justicia, pero uno debe seguir lo que le apasiona, y eso es lo que realmente importa.
Coincido contigo, Beto apunta a las estrellas, nada se lo impide.
Hola Beto, estoy seguro que tú talento y perseverancia te llevarán muy alto
Felicidades
Felicidades Beto, no hay barreras solo corazón para hacer música.
Muchas Felicidades estimado Beto, sigue así para tener más éxitos
Bendiciones
Es extraordinario, su corazón tan grande como su talento
Felicidades Beto, sigue asi compartuendonos tu talento
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Tuve la fortuna de tenerlo en el Coro San Marcos varios meses, tocando la batería, aun si conocer la liturgia el se desenvolvió con tanta solemnidad y respeto en la música sacra. Es un excelente ser humano. Gracias por todas tus enseñanzas amigo. Dios te bendiga